Considero que las acciones en pro del uso de la bicicleta en cuanto a movilidad han dado un impulso más innovador a la ciudad.
Sólo hace falta ver y compartir experiencias con muchos de los Caminantes de Santiago que sienten envidia de no tener en su propia ciudad un sistema ciclista tan bien organizado (aún se puede mejorar todavía) para lo pequeña que es en relación la ciudad. Y lo fácil que resulta para los habitantes ir de punta a punta de la ciudad. Es triste ver que vengan desde fuera a transmitir las bondades y los de casa no paremos de usar el coche para ir a por el pan y dejarlo en doble fila. Este otro factor a ser más tajante.
Esto mismo hace que el boca a boca repercuta positivamente y que la gente se anime a acudir a Logroño a hacer otros tipos de turismos en la ciudad. No solo el turismo enogastronómico o también llamado sin adornos turismo de borrachera, que con la escusa del vino no nos gana nadie.